Empieza a darme alergia esta ciudad, por nombrar una, como podría hacerlo cualquier otra. Y eso que nunca estornudé en primavera. Hace un año que quitaba nieve de los cristales, y paseaba sobre el blanco y el frío. Y ahora aquí, que ni nubes ni calor, de vacaciones y trabajando, añoro hablar en otra-s lengua-s. Con tanto avión de por medio, no me hace falta ya ni la maleta; saldría a la aventura con cualquier des- o conocido que tuviera un rumbo. Allí donde estés tú. O un simple "tú", como motivo reemplazable.
Me conformo con tu casa a diez minutos, pero dame una excusa que me aleje del teclado y los pinceles. Haré autostop en tus pupilas y ocultaré los otros caminos. Trazaré ese rumbo en tu espalda.
Mis pies de mal asiento, estas manos inquietas, de mantequilla. Desde antes de saberme humana, hice del mismo camino mi bandera y de cualquier isla mi casa. Allí donde el sol, allí donde el mar. Allí donde esté ese "tú".
Me da alergia esta distancia de quietud y de rutina.
9 comentarios:
muchas veces esa distancia tan pequeña es la más grande, la que más cuesta
besos
Yo me ire a Irlanda, si te apuntas ;)
Un abrazo
....yo me he propuesto hacer de vagabundo en vacaciones.... a ver que pasa.... :)
Malditos kilómetros de rutina en dirección hacia pronombres y adverbios que están a mas de diez minutos que cualquier sitio en el que descalzarse y encontrar agua o un sencillo pincel con el que trazar itinerarios en zig-zag.
Me apunto a esas carreteras secundarios que saben a vecino amable, a huida en redondo, a un “tu” con derecho a que tu pienses que soy “yo”.
Será cuestión de hacer dedo, pero después de afeitarme…con esta pinta que tengo no creo que me pare nadie.
Siempre es grato leerte.
de cualquier isla mi casa...
un abrazo
"Me da alergia esta distancia de quietud y rutina"...Es curioso, nunca lo había expresado así, ni lo había visto expresado así, pero esa misma sensación la he sentido tantas veces...
Un beso (a veces esas distancias son más pequeñas de lo que percibimos)
A veces yo tambien tengo la necesidad de que mi cabeza respire en otros sitios, lo de menos es la distancia.
Pero no puedes convertirla en TÚ casa, por que entonces ya no tendras un sitio al que volver.
Me ha gustado este post, quizá porque uno a veces tiene estas sensaciones también, y siempre transito buscando hacer de una isla mi casa.
Te seguiré leyendo.
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