03 marzo 2009

Montañas y tejados

Hay momentos en los que nos volvemos plumas. En los que dejamos que duden las decisiones, y escuchamos a otros para no oírnos. No es que sea más fácil; saber que otro decide pr ti nunca es fácil. Realizamos concesiones a diario a personas de alas secas; también deberíamos poder concedernos a nosotros un lapso de duda, sin sentirnos frustrados ni apenados, sin perder nuestra humanidad.
Lo importante es que no te quedes en la bruma, en lo espeso de las nubes de la conciencia. Lo importante es que al final seas una voz en primera persona.
Porque hoy día, lo que sí es fácil, es culpar a otros de las miserias. Es dejar que se cometan injusticias y encima tirar las piedras al tejado del vecino. Hoy día, en verdad, se tiran montañas enteras. Y si ante la sombra de la roca empequeñecemos, no es delito. Sí es delito quedarse en lo oscuro, y no alcanzarte un par de dedos para salir.
Cuando el alud viene, quizá tarde en abrir mi manta, pero al final no te faltarán falanges donde agarrarte. Soy un clavo ardiendo, puedes tocarme y quemarte, o puedes soldar mejor tus eslavones.
No voy a perder mi humanidad por tener miedo; pero tampoco voy a permitir que caigas. A fin de cuentas, este tejado es de todos.
Esa es la diferencia.

5 comentarios:

Charal dijo...

<3 bellos sentimientos plasmados en finas letras...

Charal dijo...

Ciertamente un hilo nos a unido en esta madeja ^^ Salu2 de vuelta!

DANI dijo...

Hazme un hueco en tu tejado, que me gustaria tomar el sol en el.

Besos soleados

Elena Martín dijo...

y es uno de los tejados más confortables que conozco, las tejas se adaptan perfectamente a la forma de nuestros...sueños :)

Besos

manuel_h dijo...

qué bien, tener alguien a quién agarrarse!